Ayer nevó todo el día y toda la noche. Hoy por la mañana, con una
taza de café en la mano salí de la cabaña. Los pinos amanecieron
cargados de nieve. Las ramas parecían quebrarse bajo el peso de la
nieve. "Si viene una helada”, pensé, "Muchas de esas ramas se quebraran
por el peso del hielo”. De repente empecé a escuchar un ruido
suave que subía lentamente de volumen. El aire había empezado a soplar
encima del lago congelado que estaba frente a la cabaña. Note que
se movía en forma circular, parecía jugar, parecía danzar y poco a
poco empezó a moverse hacia el bosque. Cuando llego a donde estaban los
pinos, continuo danzando entre ellos, y como algo planeado, como algo
orquestado, la nieve de los árboles empezó a caer. Parecía un
espectáculo, una actuación, una lección de cómo Dios mantiene cierto
ritmo en la creación. Me di cuenta que era mucho mas; Era una
parábola de cómo Dios obra en nuestras vidas cuando la nieve del
invierno espiritual nos ha cargado, una parábola de cómo Él envía su
espíritu para que sople sobre nosotros, trayendo descanso y removiendo
la escarcha del invierno. Augurando que la primavera esta a las puertas,
que el tiempo de la canción esta a punto de llegar. "Que muy pronto, tu invierno llegue a ser solo un recuerdo".
Fuente: Invierno Espiritual Notas en el sitio de Jesús Adrián Romero en facebook.com (Escrito el 10 de Enero en un retiro en las montañas)
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